Con la llegada del día de las madres, hemos
querido dedicar este artículo a su presencia en la boda de sus hijas.
Si bien es cierto que históricamente el
papel de las madres dentro del cortejo nupcial y la boda propiamente, ha sido
relegado a un segundo plano: las novias son entregadas en el altar por los
padres, el primer baile de padre e hija; las madres tienen un rol protagónico
y en muchas oportunidades anónimo dentro
de la concepción y desarrollo de la boda.
La boda de las hijas, es siempre un momento
muy esperado por toda madre y tienen una amplia participación desde el anuncio
del compromiso, hasta la planeación de cada detalle. No es menos cierto que
muchos padres se involucran activamente, pero el rol de las madres es casi
siempre más activo por su experiencia como novias que fueron alguna vez.
La boda de las hijas es también muchas
veces la oportunidad de realización de la boda soñada por las madres y que por
uno u otro motivo no pudieron tener. La emoción de ese momento la viven cual si
fueran ellas las que estuvieran delante del altar pronunciando los votos.
Muchas madres eligen el momento de la boda
para entregar reliquias familiares de gran valor sentimental, pero sobre todo
para aconsejar a sus hijas en este nuevo camino que emprenden y el compromiso
que implica: sé paciente pero no te dejes avasallar, sé tolerante pero no
conformista, sé tú misma.
También durante a planeación se ven
inmersas en incontables visitas para seleccionar el vestido, los zapatos, los
accesorios, en fin los detalles en los que su buen gusto y experiencia son de
tanta ayuda para las novias. El día de
la boda no dejan de acomodarte el vestido y están pendientes todo el tiempo de
que luzcas radiante. El día señalado para el
matrimonio, su papel (por las conveniencias históricas antes mencionadas) es
mucho más pasivo que el de los padres y quedamos sin momento para homenajear
todo lo que han hecho por nosotras antes y durante la boda.
Esto no tiene por qué ser así, la boda es
un momento único para agradecer y reconocer por eso aquí van algunos consejos e
ideas para homenajear a tu mamá durante la celebración de tu matrimonio:
- Si vas a tener fotografía o video el día de la boda durante el proceso de maquillaje, peinado y vestido, dile a tu mamá que esté presente contigo y por ejemplo puede ayudarte a cerrar el vestido, colocarte accesorios e incluso retocar algo en tu maquillaje, mientras se filma el video o se toman fotos. De esta forma siempre recordarás su ayuda previa y durante la boda.
- Las hijas de madres solteras, divorciadas o viudas pueden elegir entrar de la mano de madre, rompiendo todos los esquemas, pero reconociendo su doble papel de mamá y papá.
- Si toda la familia ha ayudado igualmente a la pareja, la madre de la novia y el padre del novio pueden hacer entrada dentro del cortejo nupcial, de esta forma a pesar de que no entran de la mano de sus hijos, tendrán un lugar privilegiado que evidenciará su aporte a la boda.
- Durante las ceremonias simbólicas, en el brindis o en el baile de la familia puedes aprovechar para agradecer a tu mamá e integrarla como protagonista.
- Puedes preparar un ramo de flores para regalarle en algún momento de la boda públicamente en gesto de agradecimiento por todo su apoyo.
Estas son solo algunas sugerencias para homenajear a las madres el día de la boda. Pero el amor hacia ellas y nuestro agradecimiento no tiene momento ni final, por eso más allá del día de la boda o del día de las madres no hacen falta pretextos para abrazarlas, agradecerles, demostrarles todo nuestro amor hacia ellas y decirles: Felicidades Mamá.
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